Terapia sexual para mujeres

Clítoris y vagina entre más cercanos más orgasmos

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Clítoris y vagina entre más cercanos más orgasmos

¿Sabías que existe una hipótesis que plantea que, entre más cerca se encuentre el clítoris de la vagina, hay una mayor probabilidad de experimentar un orgasmo durante las relaciones sexuales con penetración?

La historia detrás de esta hipótesis es por demás interesante puesto que, además de ser una idea no del todo fumada, el personaje al que se le ocurrió fue fascinante debido a lo adelantada de su visión de la sexualidad femenina y a la investigación que realizó.  

Pues resulta que hablamos de la sobrina nieta del mismísimo emperador Napoleón Bonaparte, Marie Bonaparte quien, nacida en una familia de fortuna y renombre, se casó o la casaron mejor dicho, con el príncipe Jorge de Grecia, 12 años mayor que ella. Sin embargo, cuando tenían relaciones sexuales ella no tenía orgasmos, a diferencia de cuando se masturbaba en solitario y miren que se daba gusto desde pequeña. En una ocasión, una de sus niñeras la sorprendió masturbándose y obviamente le hizo saber el precio del aberrante pecado. 

Para Marie, resultaba verdaderamente frustrante el hecho de no poder alcanzar el orgasmo y pensó que probablemente el problema radicaba en su anatomía, es decir, pensaba que su clítoris estaba muy lejos de su vagina. Lo anterior, fue precisamente lo que se planteó investigar y con el apoyo de un médico, recabaron las mediciones de la distancia entre clítoris y vagina de más de 240 mujeres junto con el respectivo número de orgasmos durante las relaciones sexuales coitales (con penetración). 

A partir de los resultados, dividieron a las mujeres en tres grupos, aquellas cuyo clítoris se encontraba a 2.5 cm de distancia del meato urinario, las que presentaban una distancia significativamente mayor y las que tenían un clítoris más cercano al meato urinario, es decir, una distancia claramente menor a 2.5 cm. Cabe mencionar que Marie no publicó los resultados usando su nombre, sino el seudónimo de A.E. Narjani, en éstos, afirmaba que sí existía relación entre la cantidad de orgasmos y la distancia entre el clítoris y la vagina. 

En 1940, el psicólogo Carney Landis realizó un experimento para poner a prueba los resultados de Marie y “oh sorpresa” encontró lo mismo. Sin embargo, la manera en que se recabaron los datos no fue la más adecuada metodológicamente hablando debido a las limitaciones de la época, por lo que en 2011 Kim Wallen y Elisabeth Lloyd investigadores de la Universidad de Emory y el Instituto Kinsey respectivamente, corroboraron los datos con metodología actualizada y encontraron que en efecto la distancia entre clítoris y vagina juega un papel importante, entre muchos otros, en la cantidad de orgasmos obtenidos durante las relaciones sexuales coitales. 

Marie estaba convencida de que había diferencias anatómicas entre las mujeres que tenían orgasmos mediante el coito y las que no lo conseguían, tan segura estaba de ésto, que sugirió una reubicación quirúrgica para acortar la distancia física entre las dos estructuras, e incluso, hay quienes aseguran que ella misma se sometió a dicho procedimiento tristemente sin resultados positivos. 

Aunque la hipótesis de Marie fue de una genialidad trascendente hasta nuestros días, no consideraba elementos tan importantes para alcanzar un orgasmo como la salud emocional, el estado de la relación de pareja, preocupaciones, estrés, malestares físicos, factores relacionados con la respuesta sexual o circunstancias en las que se dé el encuentro sexual, entre muchos otros. 

Ahora bien, si tomamos en cuenta la hipótesis de Marie de que algunas mujeres alcanzan el orgasmo mediante las relaciones sexuales con penetración y otras únicamente con estimulación directa del clítoris, creo necesario hacer un paréntesis para revisar las características físicas de esta estructura puesto que hay, a la fecha, una polémica sobre si hay o no distintos tipos de orgasmos. 

Checa el siguiente dato, hasta 1998 poco se conocía sobre la verdadera anatomía del clítoris. Se conocían algunas descripciones como las de De Graaf del siglo XVII y Kobelt del siglo XIX que, aunque incompletas, nos daban una idea de su configuración. Fue entonces que la uróloga australiana Helen O´Connell de la Universidad de Melbourne Australia, habiendo realizado cientos de estudios con su equipo, incluidas disecciones de cadáveres, describió detalladamente su tamaño, forma, relación con otras estructuras de la vulva, vascularización e inervaciones y desarrolló un prototipo en 3D para enseñar a las personas cómo es este órgano en realidad. 

Cerramos el paréntesis y volvemos al asunto de si hay o no un orgasmo vaginal y otro clitoriano. Pues gracias a la descripción de la Dra. O´Connell, ahora sabemos que el clítoris bordea la entrada de la vagina por lo que éste es estimulado indirectamente durante la penetración. Ésto es prueba suficiente para algunos científicos de que hay un solo tipo de orgasmo. Sin embargo, otros creen que la vagina, a través de sus propias terminaciones nerviosas, puede generar orgasmos que muchas mujeres describen como diferentes, como menos localizados genitalmente y más generalizados. 

Finalmente, no hay consenso definitivo ni evidencia determinante, pero sí la certeza de que independientemente de la anatomía de cada mujer, los orgasmos se pueden producir por la estimulación del cuello, muslos internos, senos, ano, en fin, lo importante es la comunicación eficaz en pareja para alcanzar el deseado clímax de la excitación sexual. 

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